Esta semana os proponemos un libro escrito por Jesús Cañadas que mezcla el tema del final apocalíptico con la resolución de un crimen y todo en el escenario claustrofóbico de un atasco interminable que no asegura la salvación a ninguno de los protagonistas.
Y es que no sabemos de qué están huyendo, el autor sólo nos da pequeñas pinceladas del desastre que parece que va a acabar con la humanidad pero sin entrar en detalles y si a esto le sumamos que hay un asesino en el atasco ya tenemos la ansiedad servida.
Puede que te parezca que esto ya lo has leído en «La carretera» de Cormac McCarthy pero sólo comparte el escenario, nada más. Los personajes están muy bien creados, cada uno con sus secretos y sus miserias que los acompañan igual que la desesperación y el ansia de sobrevivir un día más.
Y es que los peligros no son el final de todo, o el asesino, sino que a medida que el atasco se mueve, muy lentamente, aparecerán otros elementos que harán que te angusties más si cabe a medida que vas pasando cada página.
Una cosa os aseguramos, no volveréis a mirar el cartel del toro de Osborne de la misma manera.
«Pronto será de noche, pero no habrá diferencia. El cielo seguirá teniendo ese color incómodo. El fuego que baila en las ventanas sacará a la ciudad de su ceguera. Será de noche, pero no estará oscuro. Caerán pájaros muertos del aire. Golpeando el suelo con un sonido de guantes empapados».
Ese de ahí es Samuel. Es policía, o lo era. Ahora está atrapado en un atasco infinito. Como tú y como yo. Miles de coches en medio de una autovía que se dirige hacia el sur; aunque eso poco importa. Lo que importa es que huimos. Somos una multitud desesperada rumbo a ninguna parte mientras el mundo se derrumba a nuestro alrededor. La negrura se extiende detrás de nosotros, nos persigue. No nos queda más que avanzar. Los metros cuestan horas, el calor sofoca, el aire es de barro. Y justo cuando parece que nada puede empeorar, sucede: en medio de esta nada inmensa, un conductor ha aparecido muerto. Estrangulado.
Samuel necesita descubrir quién ha sido, y sobre todo por qué. Por qué aquí, por qué ahora. Mientras la oscuridad avanza y el tiempo se acaba, un simple acto puede bastar para darle sentido a todo. Así que vamos, vuélvete a tu coche. Acurrúcate en el asiento. Cierra por dentro y, por favor, no te duermas. Por lo que más quieras, no te duermas. Porque cuando caiga la noche, tú podrías ser el siguiente.
La novela ha sido editada por Valdemar en formato tapa dura con sobrecubierta y tiene una extensión de 256 páginas.