Entrevista a Pilar Ramírez Tello

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Inauguramos nuestra sección de entrevistas con Pilar Ramírez Tello, traductora de obras como «Guerra Mundial Z», «Tiempo extraño» y de las series “Los juegos del hambre” o “Divergente” y que está de actualidad por ser uno de los traductores del nuevo libro de relatos de Joe Hill “A tumba abierta” que Nocturna Ediciones acaba de publicar.

¿Cómo llegaste a ser traductora de obra literaria y técnica? ¿Fue por vocación o por pura suerte?

Lo de dedicarme a la traducción literaria fue por vocación, aunque la suerte siempre influye. Lo de la técnica fue algo accidental.

Elegí la carrera de Traducción e Interpretación tras eliminar todas las demás opciones, porque lo único que me gustaba hacer era leer y escribir, así que decidí que era eso o periodismo. Como tenía buen nivel de inglés y era demasiado tímida para hacerme periodista, me decidí por la traducción.

Entré en la facultad con la idea de dedicarme a traducir libros y, como en Granada, al menos entonces, no existía esa especialidad, escogí traducción jurídico-económica y, cuando terminé, me fui a Estados Unidos a hacer un máster en literatura comparada y traducción.

Después, los trabajos en los que fui recayendo mientras enviaba currículos a editoriales me llevaron hacia la traducción técnica, así que, como decía, esa parte fue completamente accidental. He estado muchos años simultaneando ambas cosas, pero últimamente me dedico casi en exclusiva a la literaria.

Cuando la editorial contacta contigo para iniciar una traducción ¿Tienes que firmar algún tipo de contrato de confidencialidad?

Depende. Si se trata de un libro que creen que va a venderse mucho, que genera mucha expectación o de un autor superventas, sí. Si no, no es habitual.

¿Cómo es un día normal de trabajo? Te levantas por la mañana y…

Pues depende de varios factores, pero así, en general, suelo empezar a trabajar sobre las nueve y media o las diez. Compruebo el correo, me asomo a las redes sociales, abro los documentos y me pongo a traducir.

Si voy muy lanzada, puedo pasarme varias horas sin levantarme de la silla (no es muy recomendable, pero no puedo evitarlo). Si no, paro de vez en cuando para ir a por un café, pasearme por Twitter… Hago un descanso a la hora de la comida (unas veces la preparo yo, otras mi chico).

Si está el peque en casa, toca recogerlo del cole y pasar la tarde con él. Si está con su padre, me echo una siesta (es la única religión de esta casa) y sigo trabajando después. Si voy bien de tiempo, paro sobre las siete o las ocho. Si no, echo un poco más.

¿Qué herramientas usas para tu trabajo? (Portátil, software, diccionario en papel…)

Los diccionarios en papel se han quedado un poco olvidados, pobres, aunque hay algún libro de referencia que todavía uso, como el Manual de estilo de la lengua española y el de Ortografía y ortotipografía del español actual, ambos de Sousa, o el diccionario de preposiciones.

Normalmente trabajo en un ordenador de sobremesa, que es mucho más cómodo, con dos pantallas: una para traducir y otra en la que hacer consultas en la web. El portátil lo reservo para cuando tengo que traducir en otros sitios o para revisar.

En cuanto a software, a veces uso el SDL Trados cuando me llega una traducción no editorial, pero, si es editorial, me limito al Word. Confieso que en el ordenador tengo una versión antiquísima porque estoy acostumbrada a ella y me da pena actualizarla. En el portátil instalé la nueva y siempre estoy peleándome con ella para encontrar las distintas funciones. Los originales suelen llegar en pdf. Y ya está. Bueno, también uso el Spotify, ejem.

Vamos a usar como ejemplo “Guerra Mundial Z” ¿Cuánto tardaste en traducirlo? ¿El plazo de entrega lo pone la editorial o es una decisión consensuada?

Pues deja que lo busque, porque ahora mismo no tengo ni idea… Por lo que veo, lo entregué en febrero de 2008. El libro anterior, que fue El libro de las cosas perdidas, de John Connolly, lo facturé el 10 de diciembre de 2007. Así que, haciendo un cálculo aproximado, fueron un par de meses, aunque con varias traducciones comerciales pequeñitas intercaladas.

El plazo de entrega lo suele proponer la editorial. A veces es una fecha inamovible, a veces hay margen de negociación y, en contadas ocasiones, la fecha la propones tú. Depende mucho de los planes de publicación de la editorial.

Siguiendo con el ejemplo de “Guerra Mundial Z” ¿Si el libro es llevado al cine la traducción del guión la hace el mismo que tradujo el libro? Y si son distintos ¿Hay comunicación entre los traductores?

No, no la hace la misma persona que tradujo el libro. Las traducciones para cine y televisión, tanto para subtítulos como para doblaje, voces superpuestas y demás, son cosa de nuestros compañeros de audiovisual. A veces hay contacto, pero lo más habitual es que, si surgen dudas, la persona encargada de la traducción de la película se documente consultando el libro.

¿Si durante una traducción tienes dudas puedes contactar con el autor? 

A veces sí y a veces no. Algunos autores son accesibles a través de las redes o de sus agentes y editoriales, pero otros no. En cualquier caso, la norma es dejar en paz a los autores, salvo que no quede más remedio. 

Eres la creadora de la palabra “sinsajo” ¿Cómo afrontas la traducción ante un neologismo?

Cuando te encuentras con un término que desconoces y que sospechas que no existe, lo primero es averiguar si realmente existe o no.

En los libros de fantasía o ciencia ficción se mezclan cosas reales y ficticias, y a veces cuesta saber si el pájaro, el árbol, la teoría filosófica o el arma de la que nos hablan es real o un neologismo. Así que investigas, te documentas bien y llegas a una conclusión.

Si es un término inventado, el asunto consiste en intentar averiguar qué proceso ha seguido el autor o la autora del original para crear el término. Porque, normalmente (hay excepciones), los neologismos no surgen del éter, sino que responden a algo: suenan como algo que ya existe, están compuestos por una o más palabras que sí existen, su forma remite a su significado, etc.

Vas haciendo combinaciones y pruebas, hasta que das con una palabra capaz de transmitir lo mismo que el original

Una vez que has analizado ese proceso de creación, el siguiente paso es replicarlo en español. Vas haciendo combinaciones y pruebas, hasta que das con una palabra capaz de transmitir lo mismo que el original, partiendo de los mismos elementos. Y ¡ya está!

¿Hay alguna traducción que te haya gustado especialmente?

Muchas. La verdad es que, en general, tengo bastante suerte con los libros que me encargan. Me gustó mucho «El libro de las cosas perdidas«, de John Connolly. La trilogía de «El ciclo de la Guadaña» (Siega, Nimbo y Trueno), de Neal Shusterman, me pareció maravillosa.

Uno de nuestros sueños era traducir algún día a Stephen King

He disfrutado muchísimo traduciendo con Manuel de los Reyes «A tumba abierta», de Joe Hill, sobre todo porque uno de nuestros sueños era traducir algún día a Stephen King, y en esta antología hemos podido hacerlo los dos, un relato cada uno. ¿Qué más se puede pedir que traducir con tu persona favorita a tu autor favorito? 

Puesta a pedir… ¿Qué obra o autor te gustaría traducir?

Antes siempre decía que a Stephen King, pero, como esa espinita me la he sacado ya… Pues no sé, me encantaría repetir con Sarah Pinborough. A ver si ahora que la serie de «Detrás de sus ojos» está triunfando en Netflix se deciden a seguir publicándola en España.

Y ya para finalizar ¿Te gustaría contar algo que no te hayamos preguntado?

Queremos ser invisibles dentro del texto, pero visibles fuera de él

Aprovecho para pedir que se incluya el nombre de los traductores en las fichas de los libros cuando se escribe una reseña, cuando se habla del libro en un periódico, etcétera. Queremos ser invisibles dentro del texto, pero visibles fuera de él. ¡Muchas gracias!

Muchas gracias por tu tiempo Pilar.


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